Las actividades cotidianas permiten un gran ahorro en las familias. Diferentes gestos y cuidados tienen relevancia en las facturas a final de mes. Una de esas actividades es el aseo personal. Y, para maximizar el ahorro en el agua de la ducha, a continuación vamos a dar unos consejos e informaciones que pueden llegar a ser muy relevantes.

7 Formas para el ahorro en el agua de la ducha

Existen diferentes maneras de lograr ese ahorro en el agua de la ducha. Algunas, se podrán conseguir con un mínimo de concienciación, y para otras serán necesarios unos cambiamos estructurales y de análisis. Pero, por suerte, ninguna de estas medidas requerirá de demasiado esfuerzo.

Medidas de concienciación

1. Reducir el tiempo de ducha: darse, pero realmente, una ducha rápida, supondrá que estemos demandando agua caliente menos tiempo.

2. Regular la temperatura: a menor duración y grados de calor en el agua, directamente el consumo de gas será menor.

3. Cerrar el grifo: evidentemente, de forma definitiva cuando hayamos acabado la ducha. Pero, además, es importante en los momentos en que estemos enjabonándonos o aclarándonos.

4. Adecuar horarios: si es posible, y principalmente en los meses fríos, es interesante ducharse en tramos donde las temperaturas no sean tan bajas y así poder demandar agua menos caliente.

Medidas técnicas

5. Aislar tuberías: esto conllevará que el agua transportada no se vea afectada, o lo haga en la menor medida posible, de las frías temperaturas externas en caso de que existieran.

6. Reparar fugas: además de controlar las temperaturas, es clave asegurarnos de que no se pierde agua en el “camino”. Esto implicaría una mayor demanda de agua y un gasto absurdo e innecesario.

7. Elegir la mejor tarifa de gas: esto no servirá para reducir el consumo de agua, pero será clave para influir directamente en el ahorro económico.

Por último cabe recordar que, por supuesto, para ahorrar agua siempre será más adecuado hacer uso de la ducha que del baño. El gasto en llenar una bañera es muy superior.

El ahorro en el agua de la ducha no sólo servirá para unos resultados económicos, sino que además significará un respiro para el medio ambiente. En primer lugar, por reducir el consumo de la propia agua, bien esencial que en ciertas zonas llega a escasear por diferentes motivos como la ausencia de precipitaciones. Y evitará un consumo de gas en los casos en los que esta sea la energía utilizada para calentar el agua. Por todo ello, sobran los motivos para realizar un consumo responsable en la ducha.